Pese
a su pinta de chico duro y ‘macarra’, Dani Martín ha querido abrir su corazón
en un libro escrito por Javier
Menéndez Flores en el que se sincera y desvela
secretos desconocidos hasta ahora.
La muerte
de su hermana Miriam, que se produjo de forma repentina en
febrero de 2009, a los 34 años de edad, provocó que el que fuera vocalista
de El canto del
loco se replantease la vida. Atrás quedó el chico que tantos
corazones rompió con su Contigo y
surgió un nuevo hombre, más en paz consigo mismo y en equilibrio con el
mundo. Según cuenta el cantante en Soñar no es de locos.
Mi pequeño recorrido, el fallecimiento de su
hermana fue un “acelerón
de madurez”, que le llevó a este nuevo estado de ánimo.
Dani
estaba muy unido a Miriam: “Ella fue quien me crió porque mis padres
trabajaban. Cuando volvíamos del colegio, era la que me hacia la merienda, y la
que estaba conmigo, la que me cuidaba”. Por eso, cuando el 9 de febrero de 2009
recibió la llamaba que anunciaba su muerte, su vida cambió. “La muerte de mi hermana ha sido
como si me dieran un ostión”. Prueba del amor
que sentía por ella, es la canción Mi
lamento de su último disco Pequeño, una melodía con la que el
vocalista quiso recordarla de forma especial.
El
cantante confiesa además haber tenido que acudir durante un año al psicólogo para asumir esta
falta. Y añade que, gracias a este incidente, se dio cuenta de
que mucha gente de su alrededor no merecía la pena, pues algunas de las
personas con las que trabajaba no comprendieron que redujera el número de
conciertos durante ese periodo y, en consecuencia, los beneficios a repartir.
Fuentes:
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